El papa Juan XXlll (Angelo Roncalli) se manifestó ante ella por primera vez el día 2 de febrero de 1941, unas cuantas horas después de su Confirmación en la Diócesis de Medellín. En esa ceremonia el obispo, sorpresivamente y delante de las otras doscientas niñas, la alzó en sus brazos y Regina pudo ver una luz pulsativa alrededor de su cabeza y hombros. Después durante la ceremonia, observó unas luces extrañas alrededor de las cabezas y hombros de toda la gente en la catedral y estaba muy intrigada al ver que cada aura tenía distintas combinaciones de colores: no había dos iguales. Posteriormente, aprendió cómo interpretar el significado de esas diferencias. Al terminar la ceremonia, volvió a su casa y se encerró en su pieza, corrió las cortinas y, convencida de que habiendo sido purificada por la confirmación ya era una muchacha buena, se recostó en la cama y en voz alta desafió a la “Araña mágica”, cuya existencia había sido inventada por su hermana mayor para lograr la obediencia y silencio de la menor, puesto que según ella esa araña comía a las niñas traviesas y preguntonas.
De pronto la pieza oscura comenzó a resplandecer y al oír una voz que la llamaba, Regina miró hacia el cielo raso y vio por primera vez el rostro de Angelo Roncalli. Él le dijo había venido a guiarla y le explicó que era el último de los Maestros quienes, desde los tiempos bíblicos, habían sostenido una estrecha vigilancia sobre el progreso mental de la humanidad. También le dijo que, de acuerdo con la tradición, debía escoger su sucesor y que siendo él el décimo, la había escogido a ella como la undécima. Vendría diariamente para enseñarle y cuando tuviese edad necesaria para continuar el trabajo de él, ella y su esposo viajarían por todo el mundo ayudando a las gentes a comprender mejor quiénes y qué eran… y dignificándolas con la revelación de métodos sencillos que darían a todos y a cada uno un mayor control sobre su salud, prosperidad y felicidad.
Unas pocas semanas después que Angelo Roncalli logró su primer contacto con Regina, Adolfo Hitler cometió la mayor equivocación de su increíble carrera aplazando su invasión a Rusia para dedicar dos preciosos meses a la destrucción de la atrevida Yugoslavia y la operación de limpieza de la ya paralizada Grecia, con el resultado de las fuerzas nazis, no pudieron llegar a Moscú antes del crudo invierno ruso. Las tormentas de nieve se desataron en octubre y las tropas de Hitler, sufriendo el intenso frío, saborearon su primera derrota desde que el Führer había subido al poder. Si no hubiera sido por esa equivocación, realizada en un momento de ira, Hitler posiblemente hubiera ganado la guerra. Regina cree que ella y Angelo Roncalli tuvieron mucho que ver con esto, influyendo en Hitler para que cometiera esa equivocación, en virtud de la cual él desperdició su propio as… y perdió la guerra.
Angelo Roncalli enseñó a Regina todos los días hasta cuando ella cumplió once años. Él le dijo que de ahí en adelante tendría que andar sola, así que no volvió a aparecer ante ella hasta la víspera de su muerte en Roma.
Fuente: Libro Metafísica 7 en 1 por Regina liska betancur
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